Francia es el primer país de la UE en prohibir el móvil
A clase se va a estudiar no a jugar y otros países también quieren implementarlo
Con la ley ya aprobada y en vigor, Francia pasa a la ejecución y prohíbe el uso de teléfonos móviles durante las clases incluyendo las actividades extraescolares.
La ley obliga a tomar medidas a los colegios franceses en guarderías, escuelas primarias y secundarias para desintoxicar del abuso de estos y evitar malos usos de los menores.
Según cifras del propio gobierno, más del 90% de los niños y adolescentes de entre 12 y 17 años disponen de 1 o más smartphones y estos son el desencadenante de más del 35% de los incidentes sancionables durante las clases.
¿Hasta dónde llega la prohibición del móvil en clase?
Francia es pionera en toda Europa al ser el primer país en aplicar esta ley, además tiene otros proyectos desarrollándose para gestionar mejor y adaptarse más rápidamente a las nuevas tecnologías.
Dentro del marco legal habrán excepciones obvias para que en caso de necesidad máxima los niños o padres puedan ser contactados fácilmente. De momento estas excepciones quedarán bajo la decisión del director y la comunidad educativa de cada escuela.
La prohibición del móvil no solo afectará a las clases sino como bien hemos dicho antes a toda la jornada escolar incluyendo clases, descansos, actividades extraescolares, colaborativas e incluso excursiones fuera del centro.
En caso de incumplimiento de la nueva normativa la respuesta será rápida pero individual, adaptada y del nivel correspondiente a la gravedad de la falta cometida con el terminal móvil.
¿Qué excepciones hay? ¿Cómo se aplica la ley para prohibir los móviles?
La primera medida disciplinaria será confiscar el teléfono móvil que será devuelto ese mismo día al estudiante o preferiblemente a los tutores legales cuando finalicen las actividades de enseñanza del mismo día.
Dentro de las excepciones (que el colegio puede ampliar tanto como considere oportuno) para la utilización de dispositivos electrónicos se encuentran:
Los estudiantes con discapacidades si necesitan dispositivos con objetivos médicos.
Uso de estos para la educación u otras actividades educativas que lo requieran expresamente.
En el resto de casos y partiendo de la base de la ley aprobada, si un estudiante quiere ponerse en contacto con sus padres o tutores legales, la responsabilidad caerá directamente en el director del centro.
Cada colegio decidirá como aplicar la ley y organizará todo lo necesario para que se lleve a cabo. Algunos ya han optado por un sistema de taquillas para móviles. Al llegar a clase lo dejan guardado y al salir lo recogen.
Para la implementación, el gobierno ha destinado 20 millones de euros, por ejemplo para distribuir esta información entre los padres mediante noticias, mensajes directos, reuniones, folletos informativos o desde la propia web de las escuelas.
Los institutos con alumnos mayores de 15 años y las universidades de Francia decidirán individualmente si adoptar o no la nueva ley que prohíbe utilizar el móvil en clase.